Para todo tipo de trabajo, la incapacidad permanente absoluta se refiere al grado de incapacidad de las personas. Que no pueden realizar ningún trabajo, debido a una enfermedad o lesión. También se denomina popularmente invalidez absoluta.
Pero esto no significa que una persona no pueda realizar alguna actividad renumerada. Ningún trabajo se puede hacer con el mínimo rendimiento, la eficiencia y la profesionalidad son suficientes. En cuanto al monto recaudado, una pensión absoluta de jubilación anticipada permanente requiere un pago mensual del 100% de la base legal.
Se pueden dar muchos ejemplos de deterioro funcional absolutamente permanente. Uno de ellos es un trabajador con severa lesión articular (Artritis Reumatoide) ya que no puede desempeñar ningún tipo de trabajo.
Prejubilación por incapacidad permanente absoluta
La pensión absoluta permanente de jubilación anticipada, aprobada para todas las ocupaciones en caso de enfermedad o accidente grave debilitante. Previa una pensión del 100% de la base legal. No obstante, el citado número base, deberá calcularse según las reglas del propio grado de invalidez. En este caso, la incapacidad permanente absoluta, puede ser juzgada.
Estos cambios tienen por objeto reducir, aumentar, mantener o eliminar el grado de invalidez. Por tanto, la incapacidad permanente absoluta no puede ser definitiva.
Peticiones de incapacidad permanente absoluta
Para poder recibir la prestación por incapacidad permanente total, existen tres requisitos generales:
- Darse de alta en la Seguridad Social o encontrarse en situación similar de alta.
- Menos de la edad acordada para la jubilación.
- Tiempo específico para el mercado.
Estas mediaciones en sí mismas tienen excepciones importantes, como se describe a continuación. Aunque conviene aclararlo de antemano, estos tres puntos también son requisitos para la incapacidad permanente absoluta por cuenta propia.
Estado de alta o descarga similar
Los trabajadores tienen que estar inscritos en el sistema de seguridad social. En otras palabras, trabajar y cotizar. Alternativamente, puede encontrarse en alguna de las situaciones denominadas de alta hospitalaria: baja por enfermedad, desempleo- ambas son las más habituales – excedencia obligatoria, régimen especial, jubilación anticipada, baja por maternidad o baja por paternidad, como víctima de abuso sexual. Etc.
Incluso en casos excepcionales, es posible solicitar la incapacidad permanente absoluta sin registro. Es posible solicitar la incapacidad permanente absoluta sin registro, si el accidente fue una enfermedad común o un accidente no relacionado con el trabajo.
No Cumplir con la edad normal de jubilación
La invalidez absoluta solo puede reclamarse si no se ha alcanzado la edad normal de jubilación adecuada según el caso. Por el contrario, sí, quienes tienen jubilación anticipada pueden, si no han alcanzado la edad normal de jubilación (en cuyo caso solo pueden obtener la incapacidad permanente absoluta y la gran invalidez).
Cotización
Si la causa de la incapacidad es un accidente (de trabajo o no) o una enfermedad profesional. No es necesario acreditar el período mínimo de cotización. En el otro extremo, si la validez absoluta resulta de una enfermedad común, es obligatorio:
- Para menores de 31 años: Un tercio del tiempo desde su edad hasta los 16.
- Mayores de 31 años: Se cotiza una cuarta parte del tiempo desde la edad actual hasta los 20 años. Además, la quinta parte del plazo deberá ser pagada dentro de los 10 años anteriores a la presentación de la solicitud
Pensión e incapacidad permanente absoluta
La invalidez total se puede combinar con otras pensiones, como las pensiones de viudedad. Sin embargo, no es acumulable con beneficios de retiro del mismo programa de seguridad social o con otro grado de incapacidad del mismo programa.
En este sentido, para llegar a la edad normal de jubilación, deberá optar por seguir percibiendo la renta de invalidez total o jubilarse. No es posible recibir ambos servicios al mismo tiempo. Pero en la mayoría de los casos no vale la pena solicitar una pensión. Esto se debe, por un lado, a que la jubilación anticipada absoluta está exenta del IRPF.